Metaxú significa en griego "intermediario". Justamente Platón caracteriza al Eros como tal, asignándole, así, la función de mediar entre el hombre y la divinidad. La filosofía, pues, como "deseo de saber", no es sino el Eros tendiendo a aquel atributo que el discípulo de Sócrates consideraba como solo perteneciente a los dioses. La filosofía no representa sino aquella tensión erótica: entre lo contingente y lo necesario hay Eros, deseo, inaprensible en su vacuidad.